sábado, 7 de mayo de 2011

¿Qué pasa después de la muerte?


*(El post de hoy está dedicado a mi hermana, Pamela, que acaba de sufrir una gran pérdida. “Herma, Kiara está aquí, ayer, hoy y siempre. Te amo con todo mi corazón”)*



El sufrimiento. Esa emoción que nos corta la respiración, que no nos deja pensar con claridad y que se vuelve física en la forma de un nudo en la garganta, es el sentimiento del que todos huimos pero que tarde o temprano todos, sin excepción, encontramos.

¿Qué nos causa sufrimiento? Muchas cosas, todas resumidas en una sola palabra: le pérdida. Si, sufrimos cuando perdemos algo, cuando nos damos cuenta que aquello que considerábamos nuestro un día se va.
En el sufrimiento también existen niveles, siendo el más intenso cuando nos enfrentamos a la pérdida de pérdidas: la muerte. No importa cuánto nos preparemos, cuánto hayamos pensado en ella, el día que llega todo desaparece, el vacío nos abraza y el sufrimiento se apodera de cada una de nuestras células y pensamientos.

¿Qué es lo que verdaderamente nos duele de la muerte? La ausencia física que deja tras ella. Saber que ninguno de nuestros 5 sentidos volverá a percibir a ese ser que perdimos, nos desmorona y causa un dolor tremendo. Es precisamente aquí donde debemos recurrir a nuestro Spa Interno para hallar la calma a través de todas las respuestas que nuestro Yo nos susurra a través del silencio interior.

¿Cuáles son esas respuestas?, ¿Cuál es esa Verdad? Simple. La muerte, como la concebimos, no existe, es solamente un concepto que hemos creado para explicar lo que todavía no entendemos.

Es cierto que ya no veremos, tocaremos o escucharemos a ese ser, pero aunque no lo hagamos no debemos dudar que ese ser continúa, que sigue aquí, con nosotros, aunque no lo percibamos.
Con la muerte sólo hay 2 caminos:

1.     El cuerpo muere y el Espíritu queda libre al fin de todos los límites de la materia. Se vuelve Uno con la Gran Unidad que siempre fue y que lo sostuvo a lo largo de su experiencia física o,
2.     Cuando el cuerpo muere, es el final.

Cualquiera de las dos posibilidades apunta a los mismo (aunque no lo parezca): la continuación eterna del ser.
En la primer posibilidad, el ser se unifica con el Absoluto y así nos rodea y nos habita, como el aire, que nos vemos pero está en todos lados. ¿El ser individual se perdió?, ¡al contrario! Regresó a su infinitud y eternidad, ahora libre en su forma más pura.

Imagínate un globo flotando hermoso, lleno de color. Un día se poncha, la cascarita (el plástico) deja de funcionar, pero el aire que estaba dentro, que le daba su belleza y su función, ese aire que era su esencia, salió de la cascarita y se reunió con el aire exterior, que siempre fue él mismo aunque estuviera encapsulado en una cascarita material. Eso es lo que sucede con el cuerpo y el Espíritu en la primer posibilidad.

En la segunda posibilidad sólo existe el globito ponchado (el cuerpo sin vida). Pero aunque no haya aire que se reintegre a algo mayor, el globito seguirá existiendo aunque cambie de forma, se volverá alimento del suelo que a su vez alimentará a las plantas quienes sustentarán a los animales y así sucesivamente hasta llegar a nosotros y más allá.

Esto, en pocas palabras, quiere decir que el ser continúa en otra forma y con otra razón de ser, pero sigue existiendo, sigue siendo sí mismo.

Lo que nos causa terror de la muerte es la posibilidad de no existir, pero esto es imposible, la existencia es un continuo, infinito y eterno, de una forma u otra.

Así que vive tu duelo cuando enfrentes una pérdida, llora tus lágrimas, vive de acuerdo a tus creencias, pero después regresa a tu centro, viaja a tu Spa Interno y llénate de calma sabiendo que aunque no lo veas con los ojos, el ser que “perdiste”, ahora y para siempre está rodeándote y habitando dentro de ti.






2 comentarios:

  1. Wen, me gustó muchísimo y comulga al 100% con lo que creo. Y especialmente el día de hoy, me viene bien, porque mi familia está enfrentando una pérdida dolorosa. Gracias por estas bonitas palabras. Un abrazo!

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  2. Lau, me apena mucho escuchar lo de tu familia, espero que todos hallen paz muy pronto. Yo también te mando un abrazote y muchísimas gracias por tu comentario, eso me motiva a seguir escribiendo. Mucha luz!

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