lunes, 2 de mayo de 2011

El proceso de "iluminación"


La Conciencia es el proceso que nos permite percibir, conocer. Todo el tiempo lanzamos esa conciencia hacia afuera, percibiendo así todo lo exterior, intentando con esto recorrer el camino que nos llevará a nosotros mismos. Es como si todo lo que habita fuera de nosotros fueran señalizaciones que nos estuvieran conduciendo a nuestro Yo interno…¡Qué locura!

Existe un camino mucho más corto a ese Yo que tanto hemos buscado, es el camino de la meditación, ¿por qué? Porque aquí se manifiesta la autoconciencia, es decir, la capacidad de percibirnos a nosotros mismos. Esta autoconciencia es la fuente de la conciencia aunque pasemos nuestra vida sin darnos cuenta de ello y lo peor de todo, sin buscar accesar a ella.

¿Qué sucede cuando despertamos la autoconciencia? Alcanzamos la supraconciencia que no es otra cosa más que la percepción de nuestro Yo total. Aquí se rompen las barreras, se disuelven los límites y nos damos cuenta que ya no hay un interior y un exterior, que ya no existen los conceptos de espacio y tiempo, realizamos por fin que somos aquello que trasciende todas las manifestaciones, que es más allá que todos los conceptos, nos damos cuenta que sólo existe el Yo y que todo lo demás es sólo una emanación de este Uno, un aspecto de la Mismidad. Este proceso es lo que se conoce como “iluminación”.

Después regresamos a nuestro cuerpo, a nuestra mente ordinaria, a la conciencia, pero ya no somos iguales. Ahora podemos percibir todo en su más íntima esencia y sonreímos en paz porque sabemos que a partir de ese momento podremos disfrutar de nuestra vida comprendiendo que a través del yo individualizado, el Yo puede conocer, admirar y amarse a Sí Mismo en toda su magnificencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario