¿Sabes lo que es el Espíritu?, ¿alguna vez te has tomado el tiempo de pensar en él, de conocerlo?
Es triste ver que muchas personas prefieren concentrar toda su atención en el exterior que en toda la maravilla que ocurre en el gran universo interior.
Dado que el Espíritu es lo que realmente somos, en algún momento todos despertamos y nos damos cuenta que es a Él al que debemos buscar si es que queremos dotar de significado a cada acto de nuestra vida y realizar nuestro verdadero Yo y no el que la sociedad nos ha impuesto.
Hablar del Espíritu no es cosa fácil pues para poder entenderlo realmente tenemos que despojarnos de las características con las que siempre pensamos y definimos, es decir, despojarnos de forma, color, volumen, espacio, tiempo y muchas veces, sonido. Escribir sobre este tema no es tarea fácil sin embargo intentaré hacerlo de la forma más sencilla y de la mejor manera de la que sea capaz.
“Espíritu” es otra palabra para nombrar al “Yo”, pero no me refiero al “yo” que tú crees que eres sino al verdadero Yo, al que se mueve a través de tu cuerpo, a ese Yo invisible que observa a través de tus ojos y que ama a través de tu corazón y por más increíble que parezca, ese Yo es el mismo Yo de todo y todos.
Seguramente has escuchado el mensaje de Unidad que todos los grandes maestros nos han enseñado. Todos, a su manera, han dicho que respetemos y amemos al prójimo como a nosotros mismos, que lo que le hacemos al otro nos lo hacemos a nosotros, y aunque todos asentimos cuando escuchamos esto, yo pregunto: ¿alguna vez te has puesto a pensar en el verdadero significado de esto?, y más importante aún ¿lo ponemos en práctica?
El caso es que todos hablan de la Unidad pero pocos lo han explicado a profundidad, sólo lo expresan con frases cortas o con la justificación de que hay cosas que no se pueden explicar con palabras, y aunque es verdad que el lenguaje es un problema (este es un tema muy extenso del que ya hablaremos), si se insiste, se pueden encontrar las palabras adecuadas para entender el gran misterio del “Uno”, y esto es importante porque nosotros, los seres humanos, necesitamos nombrar la realidad para poder entenderla (o por lo menos al principio de la búsqueda espiritual).
Para poder comprender debemos empezar desde el principio, en el origen de todo, en la “Creación”, pero al ser un tema tan profundo y complejo es mejor ir avanzando lentamente a través de él, así que mejor dejemos para mañana este tema y hoy, seamos felices y disfrutemos cada instante de este día.
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