lunes, 4 de abril de 2011

Inner Spa

Vivimos en un mundo lleno de estrés, competencia, enfermedad, orgullo y miedo. Por esta razón siempre estamos en busca de algo que nos de la felicidad, salud, amor y tranquilidad que tanto buscamos. Hemos buscado en libros, en conversaciones, películas, en la escuela y por supuesto en el Spa, industria que crece cada día más. Hemos escuchado a varios maestros y gente preparada decirnos que nuestro error ha sido buscar en el exterior y que si queremos encontrar verdaderamente todo eso que tanto hemos buscado debemos mirar hacia adentro. Todos ellos dicen la verdad pero hay un problema, nadie nos ha explicado lo que significa mirar hacia adentro, ¿qué encontraremos?, ¿es seguro entrar a ese lugar que por alguna razón siempre nos ha sido vedado?

Para casi todos nosotros entrar al interior significa tener que meditar y es totalmente cierto, pero meditar no es solamente estar sentados en flor de loto intentando callar nuestra mente diciendo mantras (sonidos poderosos) todo el día hasta alcanzar la iluminación donde seremos buenos todo el tiempo y ya no tendremos más dudas, porque no es así. Entrar al interior significa ser concientes de lo que somos realmente y en su totalidad, ser concientes de nuestro ser espiritual y nuestra naturaleza humana, como bien lo expresó Teilhard de Chardin “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”.

Este encuentro con nosotros mismos no es solo necesario sino obligatorio para todos aquellos que queremos encontrar la felicidad permanente o por lo menos tenerla la mayor parte del tiempo y trascender a través del encuentro con la Verdad y no sólo a través de cosas materiales y humanas.

Así pues, a este lugar interno donde habitaremos de hoy en adelante y al cual regresaremos cada vez que tengamos algo negativo en nuestra vida lo llamaremos nuestro “Spa Interno” y podremos accesar a el en cualquier momento y en cualquier circunstancia que nos encontremos porque ese lugar es en realidad lo más cercano que tenemos ya que es nuestro único y verdadero Yo.

En este Spa interno (SPI) también hallaremos nuestra conciencia de placer, es decir, nuestra voluntad de disfrutar cualquier cosa. Dejaremos de juzgar, de tener miedo y nos permitiremos lo que nos hemos (o nos han) negado por mucho tiempo y que es justo el objetivo de estar vivos: por fin nos permitiremos “ser”.

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